Tal vez esté en los actos desapercibidos la esencia de los valores que la sociedad perdió u ocultó.
He estado esta mañana en el Acto de Inauguración de la Setmana de la Solidaritat i la Cooperació.
Los motivos por los que se hace una actividad de este tipo se encuentra en el valor de cambio social que tienen las universidades (y resto de estructuras educativas) para conseguir acciones transversales.
Las universidades tienen un potencial elevado para conseguir que proyectos de cooperación se lleven a cabo por sus elevados recursos humanos. Ejemplo de ello es la Universitat de València, que destaca la Vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UV que se encuentra entre las primeras en este ámbito.
La ayuda del 0.7 de la UV se ha destinado a un proyecto de cooperación con Haití de la Asamblea de Cooperación por la Paz y ha contado con unas palabras de una de sus miembros, Trini Blanco, acertadas, sensibilizadotas y realistas.
La Setmana es fruto de la colaboración de las facultades de Ciencias Sociales, Derecho y Economía, con un programa de charlas y exposiciones.
La Inauguración ha continuado con unas conferencias fascinantes que paso a contaros.
La primera ha sido de Nuria Mirto, miembro de la Coordinadora Valenciana de ONGD y de la Campaña Pobreza Cero. Su conferencia se ha centrado en el seguimiento al Pacto Valenciano contra la Pobreza, un compromiso del Gobierno valenciano que ha venido acompañado por una Ley pero que se está incumpliendo.
La Comunidad Valenciana, como el resto de comunidades y como el gobierno estatal, han efectuado una larga lista de recortes y entre ellos está la cooperación al desarrollo (que vuelve a alejarse del famos “el 0.7"). Para los presupuestos de 2012 esa pequeña aportación para conseguir de este planeta un mundo más justo se sitúa en irrisorio 0.1. en la Comunitat.
Pero el incumplimiento del Pacto va más allá y siguen sin reformarse órganos, como el Consell Valencià de la Cooperació, para hacerlos más participativos.
La siguiente conferencia ha sido obra (y digo obra en el sentido de producto intelectual) de Paco Álvarez, un economista de “esos que no gustan”.
Ha hecho hincapié en el sistema económico actual basado en el crecimiento (económico y financiero) como un sistema erróneo que para continuar su mecánica necesita de crisis para volver a crecer. Las consecuencias: más pobreza (pero no sólo en los países “pobres” de toda la vida sino también en los occidentales) y más destrucción medio ambiental.
Para Álvarez el IPC no es un indicador óptimo, más bien, todo lo contrario. Pero no sólo se limita a decir que “no es válido” sino que aporta una mejora como puede ser un indicador basado en la aplicación de valores (propuesta de Christian Felber en La economía del bien común). Unos valores que justamente aparecen en todas las Cartas Magnas de los países europeos.
También se ha hablado de las instituciones internacionales (FIM y BM) y su falta de cumplimiento de sus objetivos, hecho que las desvirtúa cómo mecanismos económicos.
Hay dos alternativas que destaca Álvarez:
- Sumar voluntades para cambiar el modelo vigente: económico, educativo y de medios de comunicación.
- Desarrollo sostenible en sentido original, no como crecimiento.
Comienzo en este post a postar por un nuevo apartado para compartir con vosotros las ideas, campañas, entidades, etc. que se se sugieren en cada una de estas pequeñas aportaciones a la ES.
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